El Barcelona se sacó una fiesta de un partido que no prometía mucho y acabó goleando a un esforzado Mallorca (5-0), que no pudo contener a un rival que, sin Messi, sacó lo mejor de dos jugadores que no atravesaban su mejor momento, como son Cesc y Abibal, y se emocionó por la reaparición de Eric Abidal, que retornó al equipo en el segundo tiempo tras 13 meses inactivo.